jueves, 8 de julio de 2010

LA CACERIA DE POCOS.

Si hay algo que se aprende en esta vida es que por muy enamorado que estés, no siempre vas a estar acompañado cuando te falte lo importante o si estás tremendamente jodido.

El problema está es que en nuestra sociedad aprendemos a que tenemos que darle duro para lograr lo que deseamos y, a su vez, a protegernos de cualquiera que le quiera sacar provecho a esa situación.  No es de extrañar que tu amorcito te pida prestado para el bus, o cualquier ayuda cuando tenga un problema apremiante, pero preocupate cuando se moleste por la cobradita a final de mes.

-" Amor, acuérdate que vamos en 20 mil pesos este mes", te responde:
- "Ay pero ni que te fuera a terminar para no pagarte". 
Fin de semana, rumba, trago, se besa con otro, te enfureces, te largas y luego preguntas:  "¿Bueno y mi plata?".

Si señores en la vida ya no se encuentra la gente que quiere compartir sus recursos, sus objetos o su ropa, ya no te encuentras el amor abnegado de los detalles y regalitos "por que sí";  el Amor se enfrío, no nos importa si el objeto del deseo cena o no, es más, si te dice:

-"No he comido todavía".
-"Bueno pues ve y cocinas" - Respondes-.
- " No, el tema es distinto, no es por pereza".  Es allí donde cambias de tema de conversación o buscas una excusa para colgar y evitarte que la lástima te obligue a comprarle una amburguesa a la perosona con la que llevas solo 8 días saliendo.

¿ Se acabó el amor?, ¿se acabaron las ganas de ser incondicionales?, ¿se acabó la generosidad impulsada por el corazón?. No.

Simplemente aprendimos a no seguir siendo PENDEJOS.


JAVACO OUT!