miércoles, 14 de abril de 2010

DESPERTADOR

Hola,




¿Alguna vez su pareja le dijo: ¿tenemos que hablar?.

¿Su jefe?, ¿su arrendador?, incluso ¿sus padres?.



Muchas veces la frase llega cuando el problema que vamos afrontar ya es demasiado severo y la única salida permisiva es la terminación de una relación, un despido, o cualquier otra situación que no nos gustaría vivir.

Y si a eso le añadimos un "ya lo veía venir" o un "te lo dije" de parte de tu familia y amigos, ahí si que se acaba de joder la poca reflexividad con que podemos atender la sumatoria de los daños y adoptamos las posiciones defensivas.



Pero hablemos del antes, de los "despertadores". Los llamo así por que son esos espacios previos de reflexión inconsciente a todas esas situaciones que nos molestan porque sabemos que no estamos actuando del modo ideal, así que se parecen mucho a los relojes cuando suenan las alarmas y queremos seguir durmiendo tratando de ignorar ese ruido molesto.



Justo cuando pensamos que hay temas que no hemos tratado con nuestra pareja o la estamos engañando, cuando en nuestro trabajo no hemos cumplido con metas y objetivos, cuando destinamos nuestros recursos y energías a otras cosas en lugar de concentrarnos en las más importantes; sobreviene una etapa momentánea -no inmediata- pero casi persistente donde pensamos que podemos ser mejores y que nuestro proceder no es el que nos va a dar el resultado que estamos esperando, así aparecen esos sentimientos de frustración, enojo o apatía; pero borramos el cassette y seguimos adelante hasta que se materializan esos temores o situaciones desagradables.



Ahora bien, aprovechar los despertadores no se trata de una autoflagelación (esa viene después de toda embarrada evitable), sino de canalizar esos sentimientos y aplicar pequeños cambios, una vaina muy poco confiable y segura de continuar, pero pues se pueden ejecutar pequeños avances hacia lo que queremos:



1). No le huya a la reflexión. A ver, seámos honestos, nos gusta el ruido y el entretenimiento, estar a solas y callado no se lo recomendamos a nadie, excepto algunos casos especiales donde la gente prefiere el silencio, pero esos espacios de silencio son necesarios para identificar esos sentimientos que se generan por un comportamiento específico, mejor dicho por una "cagada". Conozcamos cuáles son, no seamos cobardes (angustia, moloestia, enfado, tristeza, melancolía).



2). Aproveche y piense en el "que pasaría si".. Ojo no es fantasear, por que un error cometido o una falla reincidente ya no la podemos cambiar ni solucionar. En realidad ese pensamiento debe ir hacia la solución de situaciones similares que sabemos que nos van a seguir llegando: Una nueva mentira para sostener la anterior, la misma deuda de hace un año, el mismo logro fallado en el mes anterior, la misma rutina en el trabajo. Aplicar el "qué pasaria si".. en esos momentos y organizarlo le puede abrir las puertas a encontrar una solución en lugar de encerrarlo en el círculo vicioso de siempre (bueno, si se trata de un amante pruebe terminando con alguna de las 2 partes a ver cómo le va y afróntelo, tenga las pelotas para hacerlo).



3). No se ponga hacer inventarios de comportamientos y compromisos. Eso es una jartera, si usted no lee los correos que almacenó que por que eran importantes, tampoco va a volver a revisar su "Decálogo" del comportamiento perfecto, no nos engañemos. Seamos más prácticos, pensemos para actuar y si vamos sobre la marcha, recordemos ese vértigo que produce el decir la mentira o armar el video para salir de la situación. Aplique cambios poco a poco y en los pequeños momentos de oportunidad para fallar, no es lo más rápido, pero lo va a recordar más fácilmente que si lo escribe ( o ¿va a cargar los papelitos con los 10 mandamientos para recitarlos ante cada situación?). Mejor piense en esas personas y situaciones que se van a beneficiar de sus nuevos pensamientos y acciones (en mi caso personal un motivo es la familia... y esa personita especial).



4). Aléjese de las situaciones, personas y ambientes que le propicien fallas. Hay lugares donde se puede incurrir lo que uno, hipócritamente, dice no querer (no quiero poner cachos pero tiene el celular del otro o la otra, no quiere quedarle mal a un amigo con una deuda pero se acerca al bar, al casino, bueno), aceptemos que sí queremos hacerlo, que es un problema y que para sentirnos bien necesitamos una solución; quizás eso le ayude a cambiar en algo el comportamiento y a evitar esos ambientes.



5). Olvídese de las opiniones ajenas -incluso las de este mail- mantenerse bajo la influencia de los amigos, pareja, padres o amantes para tomar decisiones y proceder nos convierten en zumos dependientes, así que arriésguese a realizar lo que usted sabe que es lo correcto pero no lo hace por esa sensación duditativa, esa sensación es precisamente el sentimiento que le indica que esta punto de proceder de una manera diferente y que el resultado va a ser DIFERENTE.



Ahi nos comentan cómo les fue, si estan más tranquilos o la embarraron más, pero por lo menos gánense por una vez en la vida el derecho de gritar "lo hice hijuemadre, la cagué, pero lo hice".



Un abrazote a Punto de fuga, Queer radio. http://www.decibeles.com/ lunes y martes 19:00 bogotá,colombia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario