miércoles, 14 de abril de 2010

DISTRACCIONES

Hoy y, como muchos otros días, me he dado cuenta de la tendiente creciente de mediocridad de la que podemos ser víctimas.




Si, puede que deseemos tener un gran éxito profesional o financiero, una excelente relación de apreja o deseemos ir a lugares increíbles, conocer el mundo, mantener unida nuestra familia; oh sí!, deseeamos tener cualquier cosa que se traduzca en ese sinónimo de éxito que tanto deseamos, que otros lo vean o tener la oportunidad de disfrutarlo según nuestra concepción personal.





Se siente bien saber esto, ¿verdad?, pero ahora me pregunto, ¿Trabajo como debo para realizar estas metas?, ¿Doy todo mi potencial y mi creatividad a las actividades que ejecuto para tener todo esto que quiero en mis manos?.



Personalmente, si me hacen esta pregunta en voz alta, obvio que respondería que "sí", me gustaría que los demás me identifiquen como alguien pujante y lleno de deseos para alcanzar todo esto; pero, cuando me vuelvo hacia mi lugar más privado y vuelvo a preguntármelo, me doy cuenta que hay muchas cosas que debo afinar y mejorar para lograr que cada objetivo se materialice.



Estamos inmersos en una cantidad de influencias y vertientes que nos sacan del cauce normal de la vida: El cine, la televisión, la moda, la tecnología y los medios 2.0 que consumimos, pero son geniales y fantásticos, podemos hacer lo que sea y cuanto queramos cuando estamos conectados a todos estos medios; pero algunas veces esta conectividad nos distrae de lo importante.





Dejar espacio suficiente para informarnos y disfrutar también es un paso de fundamento y madurez en la mira de la adquisición del éxito.



Sigamos la música, actualicemonos en tecnología y lo que queramos, pero hagámoslo con una conciencia de la inversión de tiempo y de veracidad en nuestro propio mundo, así le podemos dar a nuestras otras actividades nuestra energía y ganas de investigar, de experimentar y gozar, así es como garantizamos que las cosas que son indispensables en nuestra vida obtengan toda nuestra atención y sobre todo nuestra creatividad.



Después de todo, ¿No fueron ceativos todos los que han creado toda la industria del entretenimiento?.

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